Desde los años 50, la industria aeronáutica es consciente de este problema y ha fallado en abordarlo de manera efectiva. En lugar de re-diseñar las aeronaves para evitar este riesgo, el rendimiento ha primado sobre la seguridad y la salud de las tripulaciones y pasajeros. Como resultado, los pilotos y otros miembros de la tripulación a menudo sufren daños físicos a largo plazo debido a la exposición a humos tóxicos, mientras que los pasajeros también pueden verse afectados.

Afortunadamente, algunos fabricantes de aeronaves comerciales de nueva generación han resuelto definitivamente este problema. Sin embargo, la flota existente sigue siendo vulnerable a la intoxicación por humo y los operadores a menudo tienen que optar por soluciones costosas y parciales para abordar el problema.

En este contexto, la demanda presentada por BCVLex y Alisa Brodkowitz es un paso importante hacia la responsabilidad y la rendición de cuentas en la industria aeronáutica. Los tribunales franceses tendrán que decidir si los fabricantes de aeronaves deben asumir la responsabilidad por los daños causados a los tripulantes y pasajeros debido a los sistemas defectuosos e inseguros.

Además, es importante que la industria aeronáutica aborde este problema de manera efectiva y rápida, antes de que se produzcan más lesiones y daños a largo plazo. Para hacerlo, los fabricantes deben re-diseñar las aeronaves y actualizar los sistemas de ventilación y presurización de la cabina para evitar la intoxicación por humo. Además, deben proporcionar soluciones asequibles y efectivas para la flota existente, de modo que los operadores puedan garantizar la seguridad y la salud de sus tripulaciones y pasajeros.

Es importante que la industria aeronáutica también reconozca que la seguridad y la salud de las personas no deben ser sacrificadas por el rendimiento económico. En lugar de centrarse únicamente en la rentabilidad, los fabricantes y operadores de aeronaves deben considerar la seguridad y la salud como una prioridad fundamental. Esto no solo es ético, sino que también es bueno para los negocios a largo plazo, ya que los clientes quieren sentirse seguros y protegidos cuando vuelan.

Según un estudio realizado por la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) de EE. UU., los humos tóxicos en los aviones comerciales son una amenaza real para la seguridad de los pasajeros y la tripulación. El informe revela que entre 2001 y 2010, hubo al menos 109 incidentes de humo en cabina reportados en vuelos comerciales en Estados Unidos, de los cuales 14 fueron clasificados como graves.

En algunos casos, la intoxicación por humo puede ser causada por la quema de productos químicos tóxicos a bordo, como el anticongelante o el fluido hidráulico. En otros casos, el humo puede provenir de los sistemas de ventilación y presurización de la cabina, que pueden contaminarse con aceite y otros productos químicos durante la operación normal.

Los efectos de la intoxicación por humo en la salud de los pasajeros y la tripulación pueden ser graves y duraderos. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, náuseas, vómitos, mareo, confusión y pérdida de la conciencia. Además, la exposición a humos tóxicos también puede provocar lesiones a largo plazo, como problemas respiratorios, neurológicos y psicológicos.

La industria aeronáutica debe ser más transparente en la divulgación de información sobre la seguridad de las aeronaves y la salud de los pasajeros y la tripulación. Los pasajeros y la tripulación tienen derecho a saber sobre los riesgos a los que están expuestos durante los vuelos, así como sobre las medidas que se están tomando para abordar estos riesgos.

En resumen, la intoxicación por humo en aviones comerciales es un problema real y grave que debe abordarse de manera efectiva por parte de la industria aeronáutica. La demanda presentada por BCVLex y Alisa Brodkowitz es un paso importante hacia la responsabilidad y la rendición de cuentas en la industria. Sin embargo, es necesario que se tomen medidas efectivas para garantizar la seguridad y la salud de las tripulaciones y pasajeros, y se trabaje en la transparencia, en la divulgación de información sobre la seguridad de las aeronaves. Solo así se podrá garantizar la seguridad y la confianza de los viajeros en la aviación comercial.