
El derecho de los abuelos
El derecho de los abuelos a mantener relaciones con sus nietos está reconocido y protegido por la ley. Este derecho es fundamental para mantener los lazos familiares y contribuir al bienestar de los niños, especialmente en situaciones en las que los padres están separados, divorciados o en conflicto.
Derechos de visita y alojamiento de los abuelos
El propósito del derecho de visita y alojamiento de los abuelos es preservar la relación entre el niño y sus abuelos, incluso en caso de desacuerdo con los padres. Se concede si se considera que redunda en el interés superior del niño, que es lo que guía todas las decisiones judiciales en este ámbito: el mantenimiento del vínculo afectivo entre abuelos y nietos se considera beneficioso para el desarrollo y el equilibrio psicológico del niño.
Por lo tanto, a los abuelos se les pueden conceder derechos de visita regulares, generalmente un fin de semana al mes y, a veces, durante las vacaciones escolares. Estas visitas suelen tener lugar en casa de los abuelos. Además de los derechos de visita, se pueden conceder derechos de alojamiento, lo que permite al niño pasar períodos más largos con sus abuelos, por ejemplo, durante las vacaciones de verano. Cuando las relaciones entre padres y abuelos son buenas, un acuerdo amistoso sobre las condiciones de visita y alojamiento suele ser suficiente y no requiere la intervención del juez.
Límites al acceso y alojamiento de los abuelos
Si los padres se niegan a permitir que los abuelos vean a sus nietos, los abuelos pueden remitir el asunto al juez del tribunal competente en materia de familia para hacer valer su derecho. Además, en determinadas situaciones, el juez puede restringir o denegar el derecho de visita y alojamiento si considera que no redunda en el interés superior del menor, por ejemplo, en caso de conflicto familiar intenso o si las condiciones de vida de los abuelos no son adecuadas.
Si los padres y abuelos no pueden ponerse de acuerdo sobre las condiciones de acceso, se pueden iniciar procedimientos legales para resolver la disputa. Antes de tomar una decisión, el juez puede proponer o imponer una mediación familiar, destinada a restablecer la comunicación entre las partes y llegar a un acuerdo amistoso. Si el niño tiene la madurez suficiente, puede ser oído por el juez, a petición suya o del juez. Escuchar al niño nos permite conocer su opinión, aunque no sea determinante. El juez puede ordenar una investigación social para evaluar las condiciones de vida de los abuelos, la naturaleza de la relación entre el niño y sus abuelos y el posible impacto de la decisión en el niño.
El papel del abogado
Un abogado puede informarle sobre los derechos y obligaciones que le asisten en materia de derechos de visita de los abuelos. En BCV Lex, nuestros equipos de Burdeos y Madrid están a su servicio y intervienen en toda Francia y España para defender sus intereses.