daños a viajeros en Estados Unidos

La compensación a viajeros por daños sufridos en Estados Unidos

Los visitantes tienen los mismos derechos de compensación de daños que los residentes en Estados Unidos

Las víctimas extranjeras de accidentes de tráfico o de cualquier tipo de accidente en general, que se encuentren de forma legal en E.E.U.U, tienen los mismos derechos que los ciudadanos norteamericanos, a la hora de reclamar indemnizaciones a las partes responsables, causantes de sus daños y perjuicios. En este artículo se expondrán los tipos de daños que pueden ser resarcidos. Se deberá tener en cuenta que la ley puede diferir de un estado federal a otro, por lo que es siempre aconsejable consultar con un abogado local antes de dar cualquier consejo legal definitivo a un cliente extranjero.

Los daños no económicos

Los daños no económicos representan aquellas pérdidas intangibles que derivan de los daños personales. Entre estos se incluyen, aunque no de forma exclusiva, el dolor y el sufrimiento; el estrés emocional; la desfiguración; la incapacidad; la pérdida del disfrute en las necesidades básicas de la vida; susceptibilidad a padecer daños futuros; agravación de alguna condición física preexistente; acortamiento de la esperanza de vida; y la probabilidad de pérdida de oportunidad de supervivencia o recuperación.

En los tribunales estatales, en los que se interponen y deciden la mayoría de este tipo de reclamaciones, no existe escala o baremo que cuantifique estos daños. Los daños son valorados por un jurado al que no se le provee de ningún tipo de guía aritmética para llevar a cabo dicha evaluación. De hecho, deben guiarse por su experiencia, sentido común y juicio a la hora de determinar qué es lo razonable. Los críticos de este sistema de jurado se quejan de que las indemnizaciones suelen ser arbitrarias y muy variantes de un estado a otro, lo que demuestra la poca fiabilidad de este sistema de valoración.

Por otro lado, los que apoyan este sistema defienden que los miembros del jurado son “la conciencia de la comunidad”, por tanto, capaces de ponderar mejor que un baremo o un juez, cuales son los aspectos intangibles de la vida más valiosos. Con este tipo de valoración, lo más probable es que el valor varíe puesto que el coste de vida varía en función del área dónde se esté. A más abundamiento, como normalmente se refleja en lo bajas o irrisorias que son las indemnizaciones que se otorgan, de las cuales los medios de comunicación jamás hacen eco pero que sin embargo son “el pan nuestro de cada día” de los abogados, los miembros del jurado son jueces astutos y fiables capaces de reconocer fácilmente las reclamaciones falsas o exageradas y desecharlas.

En los casos de demandas por daños personales interpuestas contra el gobierno ante el Tribunal Federal, la determinación de los daños se encomienda al juez, y estos jueces sí que se guían por casos anteriores similares en los que se otorgaron indemnizaciones. A pesar de esto, siguen teniendo una amplía discrecionalidad a la hora de llevar a cabo la evaluación de los daños y no son ajenos a las decisiones que en materia de indemnizaciones acuerdan los jurados de sus distritos.

Daños económicos

Los daños económicos engloban la parte tangible de las pérdidas que resultan de las lesiones personales. Estos incluyen, aunque no de forma exclusiva, los gastos médicos para el tratamiento de las lesiones; los gastos pagados por el propio perjudicado en concepto de rehabilitación; la repatriación y los cuidados una vez que el perjudicado se encuentra en su domicilio; el valor concreto de la pérdida de bienes; la disminución de la capacidad de obtener ingresos y el valor razonable de los servicios que deberán contratarse para compensar la pérdida de capacidad del lesionado.

La prueba de los daños: diferencias en la práctica estadounidense

Aunque la mayoría de los abogados de las jurisdicciones de “common law” distinguen los daños económicos y no económicos anteriormente explicados, éstos no están familiarizados con los métodos mediante los cuales estos daños son probados en los tribunales de E.E.U.U.

La Ley en E.E.U.U. no permite la aportación en juicio de testimonios de testigos, informes de peritos médicos o de otra índole en sustitución del testimonio en vivo de los testigos. De este modo, la prueba de las lesiones, tratamiento y gastos asociados a estos deben, salvo pacto en contrario, ser probados mediante el testimonio de testigos en juicio.

Los testigos, así como los peritos médicos, laborales y cualquier otro tipo de experto son normalmente requeridos para intervenir en el juicio y testificar sobre uno o varios aspectos de las pérdidas reclamadas. A veces, los mejores testigos en el caso de pérdidas no económicas son los propios familiares, amigos y otros. Aportar este tipo de testigos desde un país extranjero a Estados Unidos no es nada práctico.

El evidente problema de la aportación de testigos extranjeros puede ser superado mediante la utilización de soportes audiovisuales pero esto también puede suponer problemas en la práctica. Si las declaraciones se toman en país extranjero, las leyes internacionales, entre otras la Convención de la Haya, establecen que se deben seguir una serie de protocolos específicos de actuación. Además, los testimonios en vídeo no son siempre tan poderosos como los testimonios en vivo y pueden estar desfasados si el juicio es aplazado, como ocurre en ocasiones.

Lo que puede ser particularmente complicado en el caso de un demandante extranjero es probar las pérdidas futuras. En Estados Unidos, este tipo de pérdidas se prueban a través de expertos economistas que, mediante el uso de estadísticas económicas publicadas, reducen la proyección total de pérdidas futuras a su “valor actual”. A pesar de que los tribunales publican tablas disponibles para este tipo de valoraciones, son ininteligibles para cualquier persona, excepto para los expertos financieros y son universalmente ignoradas por los abogados.

La fecha relevante para el cálculo de las pérdidas futuras de un demandante extranjero se encuentra normalmente en el país de origen del demandante. Para esta valoración se tienen en cuenta las futuras ganancias, futuros gastos médicos, futuros gastos de modificación de la casa o el vehículo, o futuras pensiones de las que podría beneficiarse el perjudicado. No suele ser fácil obtener estas pruebas en las que se basará el perito económico estadounidense. Por otro lado, sería muy caro traer a un experto extranjero a E.E.U.U para que testificase. Para empezar, a ese experto se le requerirá que aporte una declaración meses antes del juicio en el lugar dónde se interpuso la demanda. Si el caso va a juicio, el experto deberá regresar al mismo lugar para aportar la prueba al juicio.

Un abogado estadounidense necesita experiencia y habilidad para poder preparar adecuadamente un caso de daños en representación de un demandante extranjero. La ventaja con la que cuenta este abogado es que puede disponer de un consultor extranjero que le aconseje sobre el caso y le dé acceso a la información y a los testigos necesarios en el país de origen del cliente. El contar con un consejero extranjero es por tanto indispensable a la hora de preparar un caso de daños.

Casos de muerte

Los lectores con experiencia en este ámbito se habrán percatado de que no he tratado el tema de daños en los casos de muerte pero este asunto es lo suficientemente complejo, al igual que el tema de daños punibles, como para merecer su propio artículo. Lo discutiré próximamente.

Artículo original escrito por Martín Blake: “Compensatory damages for visitors injured in the USA”